Violencia de género
Violencia de género
La Violencia sobre la Mujer es considerada como una forma de violación de los derechos humanos de las mujeres, y por ello el Estado tiene la obligación de perseguir, erradicar y castigar estos actos de violencia.
No podría relacionarse la actuación violenta de una persona con un solo factor, si no que la violencia es un fenómeno muy complejo en el que coexisten factores biológicos, sociales, culturales, económicos y políticos.
De un modo global podríamos distinguir tres tipos de violencia: La violencia física que se definiría como aquella que ocasiona lesiones corporales y que las mismas son ocasionadas de manera intencionada por el agresor. La violencia psicológica, que definiríamos como aquella que no comporta un daño físico, pero sí un daño psicológico causado por insultos, amenazas, humillaciones por parte del agresor hacia la víctima. Y la violencia sexual, que se trata de aquella violencia que atenta contra la libertad sexual de la víctima.
La violencia doméstica sobre las mujeres suele agravarse con el paso del tiempo, porque aunque el agresor suele pasar por la llamada fase de arrepentimiento, esta fase suele durar poco, volviendo a actuar de manera violenta una y otra vez.
Existen muchos episodios de violencia sobre la mujer que es ejercida en presencia de los hijos de la pareja, pudiendo ocasionar problemas tan graves como la proyección vertical de la violencia que es aquella que se transmite de generación en generación en generación, a parte de los numerosos trastornos de comportamiento y de desarrollo que sufren aquellos menores que son testigos de la violencia en su entorno familiar.
Respecto al perfil de la mujer maltratada, diremos que aunque en un primer momento, se hablaba de que solían ser mujeres de un bajo nivel cultural o un bajo nivel socio económico, con el paso del tiempo y mediante estudios posteriores se pudo comprobar que eso no era real, y que las violencia de género se desarrollaba en parejas de cualquier clase social.
Igualmente diremos que respecto a las características psicosociales del agresor, no existen perfiles generales, se trata de perfiles elásticos que pueden adoptar cualquier forma. Se trata de formas de agresión relacionadas con la personalidad y la asunción de determinados valores, roles y estatus. El maltratador en consciente de lo que hace en todo momento, sabe por qué y para qué lo hace.
Al igual que ocurre con las víctimas los primeros estudios dieron lugar a un concepto de perfil maltratador que el tiempo demostró es erróneo. Las características son muy variadas y existen en todos los niveles socioeconómicos.
Tras el Pacto de Estado sobre Violencia de Género, se han producido entre otros, dos cambios muy importantes:
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Conocer de cerca la violencia de género, permite acertar en la solución más apropiada a la hora de valorar y considerar los daños que esa situación de indefensión y dolor puede llegar a ocasionar en las víctimas.
En este sentido, debemos estar conectados con el trabajo que genera el Estado, ya que se ha de conseguir unión a la hora de erradicar, perseguir y castigar este tipo de actos de violencia enfocados a la figura que se cree más débil de la sociedad, sin ser así.
Los derechos de la mujer deben estar activos en todo momento, y esa misma debe reconocer su implicación, por dolorosa que sea, en el proceso de solución y trabajo que implica un proceso legal sobre violencia de género.
Cuando acontecen este tipo de problemas, no suelen tener un factor único de origen, sino que todo ha influido durante mucho tiempo, en una sociedad donde los factores biológicos, los factores sociales, los factores culturales, y los factores económicos y políticos, influyen en la creación de problemas de esta índole.
La violencia más conocida y llamativa es la llamada violencia física, porque sin duda, es la que genera más signos visibles, y es aquella que hace suponer que ha habido mala intención en el hecho de llevarla a cabo.
Por otro lado, la violencia psicológica es aquella que no se ve, que amenaza y humilla sin que la víctima tenga opción de defensa, y donde su honor queda totalmente truncado, haciendo que el agresor pase desapercibido, en situaciones en las que no es evidente o se oculta el momento de acosar con esos insultos.
Por otro lado, la violencia doméstica es aquella que permanece dentro del hogar, y donde a pesar del posible arrepentimiento del agresor, la agresión vuelve a surgir en el momento más inesperado.
Esta violencia de género se suele dar en ocasiones diferentes, la mayor parte de ellas en situaciones privadas, donde podrían estar presentes los hijos de la pareja, lo cual suponen problemas a largo plazo, tanto en la figura de los progenitores, como en la idea de familia que se forman los hijos sobre sus padres, y sobre su propio futuro.
La violencia de género se da en cualquier clase social, a pesar de que durante bastante tiempo se ha pensado que era más común en una clase social baja, pero se ha podido demostrar que no es así, cualquier situación social o económica es susceptible de iniciar un problema de violencia de género.
Respecto a los agresores, tampoco existe un perfil único, ya que pueden tener diversas características, diversos origen social y económico, pero determinadas situaciones les sobrepasan y actúan de manera equivocada y lamentable.
Sin más, consideramos que el hecho de que una mujer reconozca que es una mujer maltratada, es un paso adelante hacia la tolerancia más vinculada con la esencia de la persona, muy lejos esto de tener en cuenta la agresión de género como algo compatible con una vida tranquila y feliz.
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